La educación alternativa como "alternativa"

10.12.2013 15:16

Una de las grandes decisiones que han de tomar los padres para la educación de sus hijos es la elección de escuela. Esta elección, parece que resulta especialmente determinante, desde que aparecen las noticias provenientes de los distintos informes PISA, en los que, dejan en mal lugar al sistema educativo de nuestro país. Existen distintos puntos de vista acerca de las causas de estos datos tan negativos, pero la mayoría coinciden en que la clave se encuentra en la educación de base, es decir, entre los 3 y 12 años de edad.

Según José Luis García Garrido, catedrático de la UNED de Ciencias y Artes, la educación debería favorecer la autonomía del propio alumno. Desde luego esta es la base de las cada vez más demandadas “escuelas alternativas”, evitar la imposición del aprendizaje, fomentar una educación más acorde con la personalidad propia del alumno y bajo un enfoque más humanista. Existen varios métodos en la educación alternativa:

Método Waldorf: La pedagogía Waldorf, iniciada por el filósofo alemán Rudolf Steiner, busca el desarrollo de cada niño en un ambiente libre y cooperativo, sin exámenes y con un fuerte apoyo en el arte y los trabajos manuales.

Método Montessori: Favorece que cada niño desarrolle su propio método de aprendizaje siguiendo su curiosidad innata. En sus aulas los niños se dividen por tramos de edad.

Método Kumon: Es un sistema de aprendizaje japonés basado en dos programas: uno de matemáticas y otro de lectura. Su principal objetivo es desarrollar el potencial de aprendizaje de los niños: motivar al alumno, mejorar su rendimiento académico y aportarle autoconfianza.

Método Doman: Se basa en desarrollar al máximo las áreas sensoriales del niño mediante la estimulación para que los pequeños sean más inteligentes. Los programas más populares en las escuelas infantiles son los de los Bits de inteligencia, lectura y matemáticas.

En nuestro país tenemos varias iniciativas de escuela alternativa, una de ellas es LIBERI, donde los niños aprenden según sus intereses y necesidades y cuyo ideario se basa según la filosofía del pedagogo francés Célestin Freinet (1896-1966), de "trabajar para la comunidad". En Granada tenemos un ejemplo de educación basada según la pedagogía Waldorf, en el pueblo alpujarreño de Órgiva (ver video abajo), cuya iniciativa fue desarrollada por padres de distintas nacionalidades y en la que el centro educativo se encuentra en plena naturaleza.

Existen opiniones que si bien no son contrarias a este tipo de educación, destacan que no son la panacea de los problemas educativos y que muchos de sus idearios no son exclusivos de este tipo de educación, si no que se encuentran también en la educación ordinaria. Los resultados académicos posiblemente no sean muy diferentes en ambos casos, son capaces de adquirir tanto unos como otros los conocimientos necesarios para pasar las diversas pruebas competitivas necesarias para acceder a la educación superior, sin embargo, todos coinciden en algo que no es baladí, aprenden siendo más felices, Sin duda invita a la reflexión el hecho de para que educamos a los niños, para que ganen mucho dinero, para que sean más competitivos. Soy de la opinión de la educación basada en que los alumnos sean personas seguras de sí mismas, atendiendo no solo a la adquisición de conceptos si no a la combinación de estos con sus sentimientos o sensaciones, para que sean vean capaces de realizar todo aquello que quieran o se propongan, no es tarea fácil sin duda. Parafraseando al educador escocés Alexander Nelly: “Prefiero un barrendero feliz a un primer ministro neurótico”.